Es una idea que tengo desde hace años porque México es la cuna del muralismo universal, nace con los antiguos mexicanos (detesto decir prehispánicos), pero sostengo que el muralismo debe tener unos tres mil ochocientos años cuando menos en nuestro país, sin contar el arte rupestre, que es otra cosa.
A partir de José Vasconcelos se encumbró una fuerza creativa en el muralismo que hasta ahora ha sido menospreciada por las diversas administraciones. Jamás ha existido un museo sobre el muralismo ni una escuela de muralismo, por la que tanto preguntan los extranjeros al investigar sobre el arte hecho en México. Nos merecemos instituciones de esta envergadura. Tenemos todos los méritos, nos lo debemos y lo debemos al mundo.
La técnica del mural tiene una gran variedad. Según Orlando Suárez debe haber más de cien, pero sólo usamos diez. Hay mucho bagaje cultural que se puede impulsar. Sería una escuela para México, para el mundo, y tendría una talla internacional porque, si hay algo en el extranjero que emociona de la cultura mexicana, es el muralismo; nos corre por las venas a pesar de que no hay una formación académica.
Voy a seguir empujando el proyecto del museo, buscaré que se haga, que se haga sin mí incluso, pero que se haga. Repito, nos lo debemos.